El bebe
En la semana 34 del embarazo, las conexiones cerebrales van a un ritmo trepidante y la cabecita de tu bebé va creciendo con ellas.
En la semana 34 del embarazo, las conexiones cerebrales van a un ritmo trepidante y la cabecita de tu bebé va creciendo con ellas.
El bebé percibe estímulos, a los que reacciona más vivo que nunca. Aunque el bebé está en una etapa en la que duerme mucho, está muy atento a todo lo que le rodea y cualquier cosa que le quite el sueño puede afectarle. Si esto ocurre de forma continuada, puede ser perjudicial. Así que recuerda que tu embarazo es muy importante y adapta tu ritmo de vida a tu estado.
Si has estado nerviosa pensando en que quizás tengas un parto prematuro, te alegrará saber que los bebés que nacen entre las semanas 34 y 37, si no tienen otros problemas de salud, por lo general no tienen problemas graves. Quizás deban pasar un tiempo en la unidad de cuidado intensivo neonatal y tengan algunos problemas de salud a corto plazo, pero por lo general se recuperan y acaban tan sanitos como los bebés nacidos a término.
Tu bebito pesa un poco menos de 2 kilos (alrededor de 4 3/4 libras) y ya mide unos 46 centímetros (18 pulgadas)
CAMBIOS EN TU CUERPO
Estás en la semana 34, sólo quedan seis semanas para el nacimiento del bebé por lo quees interesante conocer las señales que anunciarán el inicio del parto. Cada mujer tiene un parto diferente, pero hay algunos síntomas preparto comunes como: contracciones regulares que se presentan a intervalos cada vez más cortos, romper aguas (ruptura del saco amniótico) o un flujo mucoso manchado de sangre, dolores en la zona lumbar acompañados de dolores de tipo menstrual. Todo esto indica que el cuello del útero comienza a dilatarse. De todas maneras, la aparición de cualquiera de estos síntomas no implica necesariamente que haya comenzado el parto, puede que tenga señales de parto días o incluso semanas antes de dar a luz. Tu médico juzgará si ha llegado el momento, por lo que no dudes en llamarle si notas alguno de los síntomas.
Puede que últimamente te sientas un poco cansada, y eso es algo perfectamente normal. ¡Imagínate todos los cambios por los que ha pasado tu cuerpo hasta ahora! Tómate las cosas con más tranquilidad porque tienes que ahorrar energía para el día del parto. Si tienes que pasar mucho tiempo parada, intenta llevar una faja o cinturón especial para el embarazo que te ayude a soportar el peso del vientre y lo distribuya mejor.
La mayoría del tiempo, tanto tu sistema nervioso como tu sistema cardiovascular se ajustan a los cambios que ocurren en tu cuerpo, pero a veces, no pueden y eso hace que te marees. El mareo o vértigo se puede dar debido a una variedad de causas, como por ejemplo, levantarse demasiado rápido, tener poco azúcar en la sangre, tener anemia severa o demasiado calor. Algunas mujeres encintas desarrollan una enfermedad que se llama "síndrome hipotensivo supino". El síndrome puede ocurrir cuando estás recostada sobre la espalda, porque esto hace que cambien el ritmo de tu corazón y tu presión sanguínea. Así que quizás te sentirás mareada hasta que cambies de posición.
También podrías notar algunos granitos rojos o ampollas en el vientre que causan comezón (éstos pueden aparecer también en los muslos y nalgas). Esta condición se llama pápulas y placas pruriginosas y urticariformes del embarazo (PUPPP, por sus siglas en inglés) y es generalmente inofensiva. De todas formas, debes decírselo a tu doctor, incluso si no tienes urticaria y especialmente si eres de ascendencia chilena, porque puede indicar un problema en el hígado.
La mayoría del tiempo, tanto tu sistema nervioso como tu sistema cardiovascular se ajustan a los cambios que ocurren en tu cuerpo, pero a veces, no pueden y eso hace que te marees. El mareo o vértigo se puede dar debido a una variedad de causas, como por ejemplo, levantarse demasiado rápido, tener poco azúcar en la sangre, tener anemia severa o demasiado calor. Algunas mujeres encintas desarrollan una enfermedad que se llama "síndrome hipotensivo supino". El síndrome puede ocurrir cuando estás recostada sobre la espalda, porque esto hace que cambien el ritmo de tu corazón y tu presión sanguínea. Así que quizás te sentirás mareada hasta que cambies de posición.
También podrías notar algunos granitos rojos o ampollas en el vientre que causan comezón (éstos pueden aparecer también en los muslos y nalgas). Esta condición se llama pápulas y placas pruriginosas y urticariformes del embarazo (PUPPP, por sus siglas en inglés) y es generalmente inofensiva. De todas formas, debes decírselo a tu doctor, incluso si no tienes urticaria y especialmente si eres de ascendencia chilena, porque puede indicar un problema en el hígado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario