lunes, 10 de marzo de 2014

SEMANA 36 DE EMBARAZO

El bebe


Es posible que notes menos movimiento sobre la semana 36 del embarazo. Esto ocurre porque el bebé ha crecido tanto que tiene menos espacio para moverse. Asimismo, se le forman cúmulos de grasa que le redondean el cuerpo.
Por otro lado, la piel empieza a hacerse más rosada.
En cualquier momento se encaja del todo y acaba de poner su cabecita en el cuello del útero
Está perdiendo poco a poco el vellito que lo cubría durante las semanas anteriores, así como la sustancia cremosa (vernix caseosa) que ha recubierto su piel durante todo el tiempo que ha estado flotando en el líquido amniótico. Junto con el líquido amniótico que traga, el bebé también traga la vernix caseosa y el vello que pierde, además de otras secreciones. Toda esa mezcla, que tiene un color negro o verde muy oscuro y se llama meconio, formará su primera evacuación. Por eso, ¡no te asustes cuando le cambies los primeros pañales y los encuentres todos negros!

Al final de esta semana, el bebé habrá llegado a término. Los bebés que nacen antes de las 37 semanas se consideran prematuros y los que nacen entre las 37 y las 42 semanas, a término.



Cada día aumenta casi 30 gramos (una onza más). Ahora pesa alrededor de 2,7 kilos (casi 6 libras). Es tan largo como una lechuga romana, mide un poco menos de 47,5 centímetros (19 pulgadas).

CAMBIOS EN TU CUERPO

Ahora que el bebé continúa creciendo y presionando tus órganos internos, podrías sentir que ya no tienes tanta hambre como tenías hace unas semanas. En este periodo te resultará más fácil digerir comidas pequeñas y frecuentes. Si el bebé empieza a encajarse en la pelvis, puede que tengas menos acidez y menos sensación de ahogo. Este descenso del bebé en la pelvis se llama encajamiento y lo más común es que ocurra antes del parto, si éste es tu primer bebé. El encajamiento puede incrementar la presión en la parte baja del vientre y hacer que caminar te resulte incómodo. Algunas mujeres dicen que sienten como si llevaran una bola de jugar a los bolos entre las piernas, o como si el bebé se fuera a salir (no te preocupes, ¡no se va a caer!).

¿Estás despistada? Olvidarte de las cosas es normal durante el último trimestre. Puedes sentirte abrumada o simplemente distraída por los grandes cambios que está a punto de experimentar tu vida, además de cansada, si no puedes dormir bien por las noches. También es posible que sientas que las contracciones de Braxton Hicks son ahora un poco más frecuentes. Éste es un buen momento para revisar con tu médico exactamente cómo y a dónde lo tienes que llamar, cuando creas que tu parto ha empezado. Por regla general, debes llamarlo si tienes contracciones regulares cada cinco minutos, durante una hora. Si tienes señales de parto esta semana, llámalo de inmediato, porque el bebé se considera prematuro hasta la semana 37. También debes llamarlo enseguida si rompes aguas (rompes la fuente o bolsa), si piensas que te está goteando un poco de líquido amniótico, si notas que el bebé ya no está tan activo o si tienes hemorragia vaginal, fiebre, dolores de cabeza muy fuertes, dolor abdominal o cambios en la visión.











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